sábado, 5 de junio de 2010

¿Hasta cuando habrá que trabajar para pagar todos los intereses?

A cualquiera que le preguntes por la calle si hay crisis o no, te mirará extrañado como si fueras de otro planeta. Digamos que es algo que parece que está más que claro que el planeta tierra se encuentra sacudido por una crisis galopante.

Precisamente cualquiera que desde fuera del planeta esté observándonos pensará probablemente que el ser humano no merece ni una invasión de las buenas; ya nos comeremos las tripas unos a otros.

El dato que me parece esencial es ¿quién maneja los destinos de la humanidad? Llamadme conspiranoico, pero claramente no son los gobiernos de los estados que la población ha elegido. Sería un sistema de dominación demasiado débil.

La pregunta sería la siguiente: ¿Qué hace la mayoría del tiempo la mayoría de la gente? Trabajar. Es la principal ocupación del ser humano. Se trabaja por dinero, muy pocos lo hacen por gusto, de hecho en ese caso ya ni se llama trabajo.

Trabajo a cambio de un salario es como se llama el sistema de dominación vigente. Antes se estilaba mucho el sistema de trabajo a cambio de comida y techo (aún hoy en muchos países y sectores se da), sin embargo el jefe tenía que gastar recursos en vigilantes para que los trabajadores no se escaparan. Es lo que tienen los esclavos, que a golpe de látigo trabajan mucho y bien pero son muy desagradecidos.

Del trabajo a cambio de comida y techo se pasó al trabajo a cambio de protección. Tu me das lo mejor de tu producción que consigues trabajando en mis tierras, y yo me tiro a tu mujer en tu noche de bodas y te dejo seguir viviendo ( y produciendo para mi).

Los grandes terra tenientes fueron perdiendo poder a medida que los comerciantes fueron amasando dinero con el que podían comprarlo todo sin excepción. Sin embargo los antiguos comerciantes compraban mercancías a un precio y las vendían más caras. O en el caso de los primeros talleres y fábricas, se creaban objetos a partir de materias primas que resultaban en mercancías cuyo valor había aumentado por el trabajo del obrero.

La vuelta de tuerca viene cuando se pretende ganar dinero no a partir de la compraventa ni del valor añadido a las mercancías facturadas (que también sería digno de discusión) sino a partir del dinero mismo.

El dogma dice que el capitalista, para prevenir el riesgo de impago, está en su derecho de exigir intereses a quien le preste dinero. En la práctica este dogma es la base de la dominación de la población mundial que invierte más de la mitad de su vida en pagar intereses.

El banco emisor de moneda más importante está fuera del control del gobierno americano. La Reserva Federal en EEUU es una institución privada que protege sus propios intereses. Ellos venden dinero, actualmente lo venden entre 0% y 0,25%. Te presto 1000$, y me tienes que dar 1002,5$.

El Banco Central Europeo es el encargado de emitir euros. Ahora mismo los venden al 1%. Así que de cada 1000€ prestados hay que devolverles 1010€.

Por supuesto estos precios sólo están disponibles para los bancos y están tan bajos por la crisis para estimular la economía. ¿La economía de quién? la de los bancos por supuesto, ya que ellos siguen dando préstamos a un interés mucho más alto que al que lo compran.

Ahora quiero ir a la base del problema. Pensad en todos los euros que han pasado por vuestras manos. Todos han salido del BCE y ellos no los regalan, los venden.

- ¿A cuánto está el euro hoy?
- A euro y pico
- Vale te compro diez.
- Me debes diez y pico.
- ¿Cómo te pago el pico?
- En euros.
- Pero si sólo tengo diez y te los devuelvo, no tengo nada con que pagarte el pico.
- Pídeme más euros...

Éste es, señor@s, el chiringuito de los bancos centrales. Los créditos no se inventaron para que pudieran ser pagados, sino para encadenarte de por vida al pago de intereses. Es un sistema mucho más perfeccionado que la esclavitud ya que tú mismo te hechas las culpas de no haber estudiado lo suficiente para poder tener ese trabajo en el que ganarías mucho más, así que ni te esforzarás por sacudirte las cadenas.

Ahora llegamos al problema actual. A la población llana se le ha exprimido tanto tanto, que ya no pueden pagar sus créditos. ¿Solución? Abjurando del libre mercado se les da a los bancos el dinero de los contribuyentes y como aun así los riesgos de impago son grandes, se aplican las medidas del Fondo Monetario Internacional.

- Reducción de servicios sociales (sanidad, transporte, educación, etc.)
- Privatizaciones de empresas públicas.
- Flexibilidad laboral (facilidad para el despido, deterioro de las condiciones de contrato, trabajo precario, aumento de edad de jubilación, etc.).

Seguro que se me pasa alguna, pero creo que estas son las principales condiciones que han venido exigiendo a todos los países a los que han prestado dinero. A nuestro gobierno les felicitan por seguir sus recetas sin siquiera haber necesitado dinero de ellos aunque creen que deberían ser más radicales.

Bien, las recetas del FMI que han defenestrado el desarrollo de tantos países tercermundistas (uy, creo que esta palabra no es políticamente correcta) y que tendrán el mismo efecto en Grecia, parece que en España nos las comeremos sin que nadie mueva un dedo.

A los trabajadores nos quitarán para que los bancos puedan recuperar sus créditos y así llego al punto que me hizo comenzar, este magnífico artículo de Vincenç Navarro que se llama:




Los peces gordos del Club Bildenberg reunidos en Sitges comiendo langosta y decidiendo por nosotros en la sombra y los currantes del mundo, desunidos, relamiéndose de gusto porque el mundial de fútbol, por fin, está ahí a la vuelta de la esquina...




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